miércoles, 29 de octubre de 2008

Medusa de mar


Las medusas o aguamalas son organismos marinos pertenecinetes al filo Cnidaria; son pelágicos, de cuerpo gelatinoso, con forma de campana de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca en su extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células urticantes llamados cnidoblastos. Se caracterizan por su movilidad, variabilidad y su mesoglea gruesa. Las medusas aparecieron hace unos 500 millones de años.[1]
Para desplazarse por el agua se impulsa por contracciones rítmicas de todo su cuerpo; toma agua, que ingresa en su cavidad gastrovascular y la expulsa, usándola como "propulsor".
El concepto de medusa no es taxonómico sino morfológico. Muchos cnidarios tienen una alternancia de generaciones, con pólipos sésiles que se reproducen asexualmente y medusas pelágicas que llevan a cabo la reproducción sexual. Solo los antozoos carecen de forma medusa; las otras tres clases de cnidarios (hidrozoos, escifozoos y cubozoos) poseen forma pólipo y forma medusa; dichas medusas presentan características distintivas en las tres clases, de modo que se puede hablar de hidromedusas, escifomedusas y cubomedusas respectivamente

INFORMACION OBTENIDA DE :http://es.wikipedia.org/wiki/Medusa_(animal)


El okapi (Okapia johnstoni) es el pariente vivo más próximo a la jirafa. Se le considera a veces un fósil viviente por su parecido con los primeros jiráfidos que aparecieron en el Mioceno.


El okapi fue ignorado en Occidente hasta 1890. Henry Morton Stanley, que exploraba las riberas del río Congo por mandato del rey de Bélgica, dejó escrito en su diario lo extraño que le resultó ver cómo los nativos de la parte norte del futuro Congo Belga no mostraban el menor asombro ante los caballos que llevaba en su expedición. Interrogados por el explorador europeo, los nativos de la tribu Wambutti dijeron que en las selvas de la zona habitaba un animal similar a ellos pero de menor tamaño, el o'api. Los relatos sobre este misterioso animal empujaron al inglés sir Harry H. Johnston a preparar una expedición que fuera en la búsqueda de una posible especie ignorada por la Ciencia, la cual remontó el río Congo en 1899. Jonhston pudo saber por los Wambutti que el o'api era un animal similar a un asno de color pardo-rojizo con rayas blancas y negras en las patas y cuartos traseros. Inicialmente pensó que se trataba de una posible especie desconocida de cebra, pues no se conocía la existencia de ninguna en esa parte de África (ni, de hecho, ninguna cebra que viviese dentro del bosque tropical).
Posteriormente de vuelta al Congo belga en 1900, Johnston acompañado de un grupo de pigmeos rescatados de la Exposición Universal de París donde eran exhibidos como monstruos de feria; pudo conseguir dos pieles de los cuartos traseros que llevó al fuerte belga de Mbeni y luego fueron enviadas a la Zoological Society de Londres en 1900. Allí se comprobó que no se correspondían con las de ninguna especie conocida de cebra y el animal fue bautizado como Equus johnstoni, si bien su adscripción al género Equus fue considerada dudosa desde el principio. Esto se confirmó cuando Johnston, que había vuelto al poblado de los Wanbutti, encontró un rastro en la selva con la ayuda de éstos y comprobó que las huellas tenían dos dedos, por lo que el o'api debía ser un artiodáctilo y no un équido. Karl Eriksson, comandante del fuerte Mbeni, le envió después dos cráneos y otras dos pieles que habían llegado poco antes a sus manos. Con este material volvió Johnston a Londres, donde las raras calaveras permitieron determinar que el ya conocido como okapi era una especie de jirafa de bosque que fue bautizada como Okapia johnstoni. Tan extraña especie fue pronto demandada por numerosos museos y zoológicos de Europa y Estados Unidos, pero la mayor parte de las expediciones para capturar algún ejemplar fueron un fracaso debido a lo remoto de su distribución, por lo que la especie se salvó de la extinción. En el año 2006 y luego de casi 50 años en los que no había sido detectado ninguno en estado salvaje, se produjo su redescubrimiento en el Congo. [1]

lunes, 27 de octubre de 2008

Krill


Los eufausiáceos (Euphausiacea) son un orden de crustáceos malacostráceos conocidos genéricamente como krill; son parecidos externamente a los camarones, de unos 3 a 5 cm de longitud, muy abundantes en todas las aguas que circundan el Continente Austral. Es alimento fundamental de numerosas especies antárticas, como las ballenas. Una rotura en la cadena alimenticia, de la cual el krill forma parte, podría tener consecuencias catastróficas en términos ecológicos. Es pues, un elemento estratégico en la biología antártica, constituyendo quizá uno de los eslabones más importantes de la red trófica.

Dragon de mar














El Phycodurus eques (dragón de mar foliado, nombre del inglés leafy sea dragon) es un pez marino emparentado con el caballito de mar (o hipocampo). Es el único miembro del género Phycodurus. Es originario de las aguas que bañan las costas sur y oeste de Australia, en una franja de unos 14.000 km de longitud y menos de 1 km de anchura, y generalmente habita en aguas templadas y poco profundas (en torno a 20 m). Recibe su nombre debido a su aspecto foliado, pues posee largas prolongaciones en forma de hoja que salen de todo su cuerpo, sirviéndole de camuflaje. Phycodurus eques se propulsa mediante una aleta pectoral en el filo de su cuello y una aleta dorsal cercana al extremo de la cola. Estas pequeñas aletas son prácticamente transparentes y difíciles de ver puesto que ondulan lo justo como para mover al animal suavemente, completando así el camuflaje de alga flotante.
Lo mismo que el caballito de mar, debe su nombre al parecido con otro animal (mítico en este caso). Pero Phycodurus eques es bastante más grande que el hipocampo, pues llega a medir 45 cm de longitud. Se alimenta de plancton, algas y otros pequeños organismos marinos y su único depredador es el ser humano, bien por capturas involuntarias junto con otros peces, o por su recolección como animal exótico, aunque ninguna de estas actividades suponen una amenaza importante para su población. Las hembras depositan sus huevos en la cola del macho, donde permanecen hasta alcanzar la madurez. Las poblaciones de Phycodurus eques se han visto amenazadas por la contaminación y los desechos industriales y también por submarinistas que les molestan o que los coleccionan debido a su singular aspecto. En respuesta a estos peligros, la especie está oficialmente protegida por el gobierno australiano, que sin embargo permite la captura controlada de algunos ejemplares.
Una especie emparentada es Phyllopteryx taeniolatus (o dragón marino común), que es de color verde, tiene aletas en forma de alga y es mucho más pequeño que Phycodurus eques, aunque según la revista National Geographic Magazine (noviembre de 2006) podría tratarse de variedades distintas de la misma especie.
Phycodurus eques es el emblema marino oficial del estado de Australia del Sur.

Ornitorrinco


El ornitorrinco o platipo (Ornithorhynchus anatinus) es la única especie en la familia Ornithorhynchidae. Junto con los equidnas, el ornitorrinco forma el Orden Monotremata, llamados así por tener un único orificio de salida corporal común al tracto digestivo y urogenital. También poseen un pico córneo como las tortugas y la mayoría de las aves. Miembros de la subclase prototerios, como los otros monotremas, conservan características reptilianas como la reproducción ovípara mediante una cloaca. Este animal es actualmente nativo de la zona oriental de Australia y de la isla de Tasmania.
Se mantiene la mayor parte del tiempo nadando en los ríos y lagos de agua dulce. Se oculta en túneles que excava en la ribera. En estos túneles construye su nido donde deposita sus huevos.
Es más activo durante la noche, siendo las horas antes del amanecer y después de anochecer cuando normalmente sale a comer, aunque también se le ve durante las horas del día descansando en las orillas de los ríos y arroyos donde vive.
La alimentación de este animal consiste en plantas que crecen en el fondo del agua, lombrices, renacuajos, crustáceos y otros invertebrados que logre atrapar. Son de apetito voraz y en una noche pueden ingerir el equivalente a su propio peso.

Topo Nariz Estrellada


Condylura cristata o topo de nariz estrellada es un pequeño mamífero tálpido que se distribuye por Norteamérica, especialmente en la costa nordeste de Estados Unidos. Es el único representante de la tribu Condylurini y del género Condylura.
Características
Se trata de un animal cuyo hábitat son las tierras bajas húmedas, que se alimenta de pequeños invertebrados, insectos acuáticos, gusanos y moluscos. Es un buen nadador, y puede dispersarse por los cursos de agua aun en contra de la corriente. Como otros topos, puede excavar túneles subterráneos; es común que una de las entradas de éstos sea subacuática. Su patrón de actividad es diurno, con un letargo invernal, época en la que puede perforar la nieve y cursos de agua semicongelados para escapar de las inclemencias del tiempo. No se conoce demasiado sobre la etología de la especie, pero se sospecha que se trata de un animal colonial.
En cuanto a la morfología, los adultos miden de 15 a 20 cm de longitud, pesan 55 g, y poseen 44 dientes. El carácter distintivo del grupo es la presencia de 22 tentáculos rosados, móviles y flexibles al final del hocico. Dichas prolongaciones poseen una gran sensibilidad táctil: tanto en la oscuridad como fuera de ella son esenciales en la captura de gusanos, insectos y crustáceos.

Recreación de los topos de nariz estrellada en su hábitat.
El periodo de reproducción es invernal, alcanzando a veces la primavera temprana: la hembra pare una camada de 4 o 5 crías al final de la primavera o inicio del verano.
Sus depredadores son las rapaces nocturnas, como Bubo virginianus, y diurnas, como Buteo jamaicensis, además de mofetas y mustélidos.

Nariz [editar]
Los tentáculos nasales, de naturaleza sensitiva, están erizados de receptores conocidos como órganos de Eimer. En 1871, fueron descritos por primera vez por el zoólogo alemán Theodor Eimer basándose en el topo europeo. La posesión de dicha estructura sensitiva es común en los topos, aunque el de nariz estrellada es el que los posee en mayor número. debido a que C. cristata es ciego, se sospecha que emplea la nariz para detectar la actividad eléctrica de los animales de presa,[1] [2] si bien no existe una evidencia empírica consistente para dicha aseveración. Parece que la dentición y la modificación nasal de la especie es una adaptación para capturar a presas extraordinariamente pequeñas. Un artículo en Nature, una revista científica de prestigio, indica que este animal es uno de los que más velozmente ingieren a sus presas, con un retardo de tan sólo 120 milisegundos entre cada presa viva deglutida.[3] Su encéfalo decide en tan sólo 8 ms si la presa es comestible o no lo es: dicho tiempo roza la velocidad máxima de transmisión neuronal del impulso nervioso.[4]
La roseta de tentáculos nasales es, por tanto, un órgano sensorial que suple los otros sentidos en el hábitat subterráneo y acuático del animal: a modo de los dedos de la mano, su precisión y sensibilidad son máximas.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Periquitos Inseparables



Los inseparables (género Agapornis) debe su nombre a sus fuertes vínculos de pareja; el macho y la hembra pasan mucho tiempo juntos y con frecuencia se arreglan las plumas uno al otro. Las 9 especies son pequeñas, de cola corta y cuerpo sólido. Se alimentan de semillas, frutas y brotes y, lo que es inusual en un loro construye un nido en vez de poner sus huevos en un agujero descubierto. Los criadores expertos preparan una especie de «antesala» en el interior del nido, donde duermen los polluelos de la primera nidada. Viven hasta 15 años.
El nombre agapornis tiene su origen etimológico en el griego, lo toma de las palabras Agape (Amor) y Ornis (pájaro).
Ésta especie es también conocida como cotorras-cotorritas inseparables.
Están presentes en África subsahariana, Tanzania, Kenya, Madagascar, son miembros pequeños y de gran colorido de la familia de los loros. Tienen un tamaño que va desde los 13 a los 16 cm, según la especie. Su posición, cabeza contra cabeza, es característica.
Se adaptan bien a la vida en cautividad y son tan populares como los periquitos, pero parecidos a un loro en miniatura. Algunas especies de agapornis son aconsejables para un criador principiante. El inseparable de cara rosa o Agapornis roseicollis es el más criado de todos, y del que hay multitud de mutaciones fijadas.